Leíamos la historia de Jesús exorcisando a a alguien que tenía una legion de demonios (Marcos 5) y quede fascinado como el escritor de Lucas cuenta la historia, como es el contraste del inicio con el final. Y sin lugar a dudas encontramos muchas enseñanzas a nuestras vidas en este pasaje.
Una de ellas es aprender a conocer a nuestro Dios. Jesus no se muestra cobarde, no se muestra temeroso sino que seguro de que el tiene poder sobre todas las cosas que nos poseen, cosas en que nos obsesionamos, cosas que nublan nuestros sentidos y toda esa enseñanza de valores que según aprendimos las echamos a un lado. Jesús tiene poder en lo que nosotros creemos que sería imposible salir. Imposible cambiar. Imposible terminar.
La otra enseñanza que encontramos es el cambio en el hombre que esta poseido. La historia lo presenta solo… controlado por fuerzas, una vida desordenada, no sirve en la sociedad pues no se puede comportar. Sin embargo al final de la historia su vida echa un caos, su vida desordenda se ha ido y aparece sentado en su cabal juicio. Jesús ha actuado en su vida. Y a él le toca regresar a su hogar, su pueblo, su familia, y contar lo que le ha sucedido. Y ese es el punto donde nosotros no avanzamos. Hemos sido salvados. Dios obra en diferentes maneras en nuestra vida. Pero como el Gadareno al principio de la historia preferimos andar en los sepulcros que contar la historia de salvación.
Una de ellas es aprender a conocer a nuestro Dios. Jesus no se muestra cobarde, no se muestra temeroso sino que seguro de que el tiene poder sobre todas las cosas que nos poseen, cosas en que nos obsesionamos, cosas que nublan nuestros sentidos y toda esa enseñanza de valores que según aprendimos las echamos a un lado. Jesús tiene poder en lo que nosotros creemos que sería imposible salir. Imposible cambiar. Imposible terminar.
La otra enseñanza que encontramos es el cambio en el hombre que esta poseido. La historia lo presenta solo… controlado por fuerzas, una vida desordenada, no sirve en la sociedad pues no se puede comportar. Sin embargo al final de la historia su vida echa un caos, su vida desordenda se ha ido y aparece sentado en su cabal juicio. Jesús ha actuado en su vida. Y a él le toca regresar a su hogar, su pueblo, su familia, y contar lo que le ha sucedido. Y ese es el punto donde nosotros no avanzamos. Hemos sido salvados. Dios obra en diferentes maneras en nuestra vida. Pero como el Gadareno al principio de la historia preferimos andar en los sepulcros que contar la historia de salvación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario